El marisqueo del percebe es una arriesgada actividad realizada de manera totalmente manual. Los profesionales se acercan a las piedras saltando desde embarcación o por tierra, llegando incluso a descolgarse por los acantilados.
Los percebeiros utilizan una herramienta llamada bistronza, aquà conocida como cavadoira, para arrancar las piñas de percebe de las rocas, actividad denominada por los profesionales como cavar percebes.
La cavadoira es un instrumento con un mango más o menos largo y rematado en una pieza afilada de metal cortante. Es necesaria su utilización ya que los percebes viven en zonas muy batidas por el mar, por lo que están fijados fuertemente a la roca.
Su pesca se realiza entre los meses de octubre y abril, cuando los percebeiros, durante las bajamares, saltan con su cavadoira a las rocas a tratar de conseguir el mejor percebe.
Hace falta ser muy hábil para cavar percebe, ya que, aparte de la peligrosidad de faenar en unas zonas tan expuestas al oleaje, hay que ser capaz de separar el percebe de la roca sin cortarlo, para no estropearlo y mantener su calidad.
En la actualidad esta actividad está sometida a planes de explotación, en los que se determina para cada campaña el número de pescadores, los cupos de captura, los dÃas hábiles y las zonas vedadas para la extracción.
Cada percebeiro puede pescar 6 kg al dÃa, debiendo descansar los fines de semana. Este cupo de captura aumenta durante el periodo de Navidad hasta 8 kg, ya que entonces su consumo aumenta y llega a alcanzar los mejores precios de venta. Los percebeiros llevan a la cintura una bolsa de red en la que van depositando los percebes hasta que completan la malla, que tiene la capacidad equivalente al cupo máximo de captura diario.
Antiguamente era un recurso poco valorado, pescándose exclusivamente aquellos dÃas en que el mar estaba en completa calma, para ser consumido por los propios pescadores o para los amigos y sin valor alguno para los profesionales.
Cuando comenzó a tener interés comercial se comenzó a regular su aprovechamiento, con el objeto de no esquilmar sus poblaciones y poder profesionalizar el recurso. Antes de los planes de explotación la pesca del percebe no tenÃa cupo de captura, aunque sà que existÃan épocas de veda: en los meses que tenÃan la letra R en su nombre, se podÃa pescar percebe mientras que, en aquellos que no la poseÃan, estaba prohibido.