Las andaricas, más conocidas fuera de Asturias por el nombre de nécoras, viven en fondos rocosos desde el intermareal hasta los 70 m de profundidad.
Las andaricas pasan el dÃa escondidas en las grietas de las rocas, y son más activas durante la noche, cuando salen en busca de alimento. Ese es el momento que se aprovecha para su pesca, utilizando nasas con entrada lateral en las que frecuentemente caen también otras especies como quisquillas.
Poseen un caracterÃstico color rojo en sus ojos. Su último par de patas es aplanado y lo utiliza para nadar, mientras que el resto son puntiagudas y las utiliza para caminar.
Al igual que ocurre con otros crustáceos, los machos y las hembras se distinguen por la forma de su abdomen. Mientras que los machos tienen un abdomen triangular el de las hembras tiene una forma más redondeada.