Forjado en los fuertes embates del oleaje.
El percebe recibe las esencias de la pureza del Cantábrico para erigirse en uno de los bocados más exquisitos para el exigente comensal.
Apenas precisa elaboración para que libere sus propiedades: se cuece con sal lo mÃnimo imprescindible para que desate su sabor y cualidades.
Recordemos por un momento a los arriesgados percebeiros, en las rocas batidas por las aguas… Asà es el percebe…, un viaje al corazón de la bravura entre las olas que le entregan la vida.