Cocido sin prisas y troceado a mano.
Con mimo, se lleva a la sartén y se sofrÃe con el saludable y aromatizador ajo del paÃs. Le añadimos un toque picante de guindilla y, si gusta, patata cocida.
Bien ligados los ingredientes, brota la excepcional explosión de sabores que conjugan los productos del mar y la tierra. Listo para servir.
Bien caliente, mucho mejor; y a disfrutar...